El Gran Secreto

El Gran Secreto

Sí, por fin alguien pone en tus manos el secreto al cuerpo más grande y marcado; la llave para tener un físico como los que observas en revistas, competencias, películas y redes sociales. El secreto es: que no hay ningún secreto. (inserta música triste de violín)

Suena aburrido, como algo que nadie en su sano juicio podría hacer día tras día, año tras año, pero es eso: consumir una inagotable cantidad de macronutrientes (proteína; carbohidratos complejos; grasas saludables; tomar agua; etc.) entrenar con resistencia progresiva (mejorando tu rendimiento en cada sesión de entrenamiento, básicamente). Y ya que dejaste de ver resultados con esto, ahí sí adentrarte en el consumo de suplementos. Para quienes quieran llegar más lejos, incursionar con la administración de esteroides es una opción, pero sólo cuando todo lo de arriba fue seguido metódicamente, no al revés. Ya sabes, en los gimnasios abundan usuarios de esteroides que desconocen información tan simple como la cantidad de proteína que requieren según sus características. No es mentira.

Ah, sí. Está también la genética. Si no la tienes, te costará mucho esfuerzo llegar a un físico tal que te lleve a tener un trabajo en el cual tu obligación se limite a tener un cuerpazo. Es en el fisico-constructivismo donde la gente se aferra más a rechazar su genética. Los observas haciendo y deshaciendo cosas antes que admitir que no tienen los genes para verse como Kai Greene. Creen que si no lucen como sus ídolos es por alguna droga que no se están inyectando, o porque existen gimnasios privados donde los usuarios siguen planes misteriosos cuyos componentes jamás salen de ahí. Ridículo. ¿Has escuchado a algún amigo decirte que Messi está ahí por el mega ciclo al que es sometido? No. La gente simplemente acepta que el tipo tiene un talento sobrenatural que combinado con su disciplina y estar rodeado de la gente correcta lo llevo a las esferas inmortales del futbol.

Cuando ves el ciclo de esteroides de un fisicoculturista profesional y su dieta, no observas drogas exóticas o alimentos atípicos. Es lo mismo (y hablando sobre los fármacos a veces menos) de lo que se ve en los atletas amateurs. Es la carne roja, son las tazas de arroz, son los litros de agua. Es la testosterona, la hormona de crecimiento y casi siempre la Trenbolona y el Primobolan. También la cafeína, la efedrina y el clenbuterol. Si eres muy ajeno a estos nombres, no te engaño, son cosas que puedes encontrar en el locker de cualquier gimnasio del mundo.

Come cantidades tremendas de pollo, arroz, carne roja y pescado. Agrega arroz, avena y hasta tortillas. No te olvides del aceite de olivo, las almendras y la crema de almendra. Compra creatina y suero de leche. Enfrenta cada sesión en el gimnasio como si fuera un asunto de vida o muerte. Si no creces con esto, ni siquiera al introducir los esteroides obtendrás el cuerpo que anhelas. Triste pero cierto.

La buena noticia es que el usuario promedio de gimnasio no llega al 10% del párrafo anterior, solo para renunciar a sus cosméticos anhelos “porque no tienen el secreto”. Tú lo tienes ya. <<Grind now, shine later.>>