Existe un infinito arsenal de herramientas a tu favor para implementar en la búsqueda del cuerpo que anhelas. Van desde las más simples, como sustitución de una porción de fruta por una de vegetales, o un incremento de 5 minutos en la duración de tu sesión de cardio, hasta las más complejas, como agregar Zaditen para potencializar los beneficios del Clenbuterol, o agregar un GDA a tu shake post entrenamiento.
Todo funciona, pero nada lo hace eternamente, es lo que debes tener en cuenta. Iniciar un plan para perder peso de una manera muy agresiva te dará resultados inmediatos, ¿pero qué harás cuando te estanques? Por ejemplo, empiezas un programa para perder peso y te vas por la grande con algo así:
1 hora de cardio
eliminación de carbohidratos
1,300 calorías por día
Ok…¿cuál modificación se hará una vez que la báscula deje de moverse? ¿2 horas de cardio? ¿consumir 900 calorías? ¿eliminación completa de grasas?
Imposible.
Haz modificaciones mínimas y no muevas nada sino hasta que llegues a un punto donde no ocurran cambios en tu cuerpo. Te sorprenderá lo mucho que cambias con las cosas más simples.
Ejemplo
semana 1: hacer 30 minutos de cardio 3 veces por semana
semana 3: disminuir los carbohidratos en el desayuno y cena a la mitad
semana 6: eliminar los carbohidratos consumidos en el desayuno y cena
semana 8: agregar 400 mgs de cafeína
semana 11: agregar 1 sesión HIIT cada sábado.
Etc ad infinitum.
Prueba este método independientemente de la meta que tengas. La única excepción son aquellas instancias en que existe una fecha limite para cumplir un objetivo; una competencia o sesión de fotos, por ejemplo.